Otra de las cartitas que se encontró junto al carísimo, junto al pinito navideño, es la de una niñita gris considerada una de las “shakiras” más improductivas de la naranja podrida por el nepotismo, tráfico de influencias, ineptitudes y soberbia política.
Se trata de Laurita Cruces, que se despechó, se hizo la asustada, pero le escribió a Santa, lo siguiente:
“Santa: Soy Laurita, la que ni huele ni hiede en las sesiones de cabildo del Ayuntamiento y cuando se me quita la pena o me encorajino, ji ji ji ji, habló para decir una que otra pendejada y así desquitar mi sueldo defendiendo al indefendible, aprobando sin analizar, pero jamás en contra de nuestro querido y apreciado Jorjais, nuestro presidente municipal.
Mi obediencia ciega y votar junto con mis amiguis a veces en contra de los intereses del pueblo, no puede ser gratis, por eso quiero seguir haciendo negocios con la autoridad, porque me valen los conflictos de intereses y las habladurias, quiero que me sigan pagando facturas atrasadas y que no deje la tesorería de gotear hasta recibir más aumentos de sueldo, viáticos, gasolina y bonos especiales.
Para no verme tan mal, tan callada y sumisa en las sesiones, mándame un curso rápido sobre como aprender cuales son mis derechos y obligaciones como regidora.
Y por lo que más quieras te pido, te ruego, te imploro que en el 2024 gane Movimiento Ciudadano, porque no voy a sentir bien que nos dejen sin hueso y sin posibilidad de hacer buenos negocios”.
