Dicen que él que no quiera sentir calor, no se meta a la cocina. La política cihualteca no es precisamente un paseo por el cielo y si del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se trata puede caerse al infierno.
Lino de Jesús Deniz es considerado un personaje político de bien. Pertenece al sector agrario del priismo donde fue aspirante a regidor en una planilla de la fracasada candidata Lupita López, “La Licenciada”.
Irónicamente, con el apoyo de otro candidato perdedor, Julián López Jiménez, el año pasado llegó a la presidencia del patronato de la plaza de toros de Cihuatlán, hablando poco, pero dándole un giro al timón reportando aproximadamente un millón de pesos de ganancia en la primera edición de la feria a su cargo.
Al iniciar este 2024, alguien convenció a Lino Deniz de entrarle a otra presidencia, la del PRI-Cihuatlán, un partido en ruinas políticas que en la última elección protagonizó la más vergonzosa y cruel derrota electoral, al grado de perder la regiduría, gracias al pésimo candidato Elías Luna, el coordinador de campaña Marco Vejar, la presidente del comité directivo Cristina Vigil que se incrustó en la planilla y otros priistas conocidos como los “generales sin tropa” encabezados por el polémico Juan Manuel “El Pescado” Espinoza.
¿Sabe en lo que se metió Lino Deniz?
No solo se sacó la rifa del tigre, ha llegado a las puertas de un infierno político donde pese a todas esas expresiones de que el PRI va a ganar la elección del 2024, en estos momentos son solo un puñado de priistas los que eso desean, porque la mayoría de habitantes de este municipio costero no están pidiendo ni están de acuerdo en que el PRI regrese a la presidencia municipal.
Prueba del divisionismo y el debilitamiento de la estructura partidista, del cuestionado liderazgo de Lino Deniz, fue la escasa concurrencia de militantes al acto de toma de protesta, donde la sola presencia del ex alcalde Arturo Salas reflejó que el priismo local está debilitado.
Las bufonadas de Sergio Cañedo en el micrófono en nada contribuyen al fortalecimiento de su partido. Uno de los asistentes exclamó al concluir el evento en la casa ejidal: “Como se hacen pendejos solos, no ven lo muertos y podridos que están políticamente.”
Lino Deniz le entró a dirigir el PRI-Cihuatlán que no repunta en las encuestas y sondeos locales. Está en todo su derecho y no está por demás que recuerde que a su partido le han hecho mucho daño los “dirigentes de membrete”, más aquellos que se han aprovechado del cargo para brincarle a la planilla de regidores.
2023 es un año preelectoral y la carrera por la presidencia municipal ya comenzó. El PRI trae muchas desventajas no solo por el pésimo desempeño de su última dirigencia encabezada por la ex emecista Cristina Vigil y Juan Manuel Espinoza, también por una pugna política entre los sectores obrero y agrario que cada tres años lo hunden más y más.
Si no se ponen de acuerdo “Los López” la van a seguir viendo pasando y Lino Deniz protagonizará la vergüenza política de su vida.
