Conforme pasan los días de campaña y se acerca la jornada electoral del 2 de junio la lucha electoral por la presidencia municipal de Cihuatlán se intensifica por parte de todos los candidatos, planillas y equipos de campaña.

Todavía no se cumplen los primeros 15 días de proselitismo y es evidente que el objetivo de los “cuartos de guerra” es el priista Chava Santana.

De antemano, se conoce que no existe un candidato ni planilla perfecta y en este proceso electoral aunque todas las planillas de ediles incluyen “incomodos”, “impresentables”, “reciclados”, “chapulines”, “judas políticos” y uno que otro aspirante de lo peor en la política local, el enemigo a vencer es Chava Santana.

Desde de antes de confirmar su candidatura, el ex presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Preparatoria Regional de Cihuatlán, comenzó a dar de que hablar, como si ya les estuviera quitando la presidencia o una regiduria.

Llegados los tiempos oficiales, ya con la candidatura y el apoyo de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, Chava Santana ha comenzado a ser calumniado, ligado a personajes oscuros y controversiales como el neo cacique político-empresarial Julián López Jiménez que hace una década vivió en carne propia la amarga experiencia de perder unas elecciones, de quedarse mirando como Fernando Martínez llegaba a la alcaldía.

Hoy, numerosas voces desde varios perfiles y el anonimato, con o sin argumentos, se dedican a tratar de impedir que Chava Santana llegue a ser presidente municipal de Cihuatlán.