El 2 de junio del 2024 no fue un día más para miles de cihuatlenses. Fue histórico. Ese domingo los votantes en su mayoría le dieron voto de castigo al Partido Movimiento Ciudadano y apoyaron un cambio partidista en el Ayuntamiento emitiendo miles de votos a favor del partido estatal HAGAMOS que postuló por segunda ocasión a Polo Pelayo, que tres años antes se quedó a 20 votos de la presidencia municipal.
Y aunque el candidato de MORENA, Edgar Zúñiga Marin, desde su trinchera y envalentonado no reconoció que había perdido las elecciones, las tendencias y conteos electores favorecían notoriamente a HAGAMOS.
El lunes 3 se regó, como cuando se desborda el Marabasco en el valle agrícola, la noticia que el presidente Jorge Salas Chávez, que intentó sin éxito la reelección como su antecesor el diputado local Fernando Martínez Guerrero, había perdido también las elecciones, siendo sepultado en el cuarto lugar del tablero electoral.
Increíble pero cierto que, tras la vergonzosa derrota del candidato de Movimiento Ciudadano, tampoco dejaba de asombrar el resultado obtenido por Chava Santana, de la coalición PRI-PAN-PRD.
De nueva cuenta, Rosa Vidrio hizo el ridículo político como candidata “reciclada” del Partido del Trabajo (PT) manipulado por el ex regidor José Antonio Carrillo Leyva, en comparsa con una candidata desconocida del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), un instituto político electorero en este rincón de la costa jalisciense.
De igual forma, ridícula y sin trascendencia resultó la participación de Laura Zúñiga como candidata del inexistente partido FUTURO en este municipio.
La prima del candidato morenista se prestó al juego maquiavélico iniciado desde el partido guinda para frenar las obsesiones, corrijo, aspiraciones, del polémico regidor Feliciano Aguirre Garcia, que sin candidatura ni partido, con mucha soberbia e ignorancia política, tras ser “chamaqueado” se autodenominó el candidato del pueblo, un pueblo que en las urnas le dio la espalda, obteniendo una insignificante cantidad de votos comparados con su gran ambición y protagonismo político.
Así amanecimos el lunes 3. Cihuatlán votó por un cambio, terminando con 9 años de gobiernos de Movimiento Ciudadano, que en los últimos años resultaron ser los peores, replicando los abusos de poder y corruptelas del PRI y PAN.
Un capitulo nuevo se esta escribiendo en la historia política cihualteca.

