El triunfo de Polo Pelayo

En la última edición dominical de CUPULA en el diario jalisciense MURAL, se publicó, textualmente:

“QUE NO, QUE NO y… ¡que no! Ese fue el mensaje que ayer mandaron los morenistas a Jalisco: no van a dejar de insistir en que se anulen las elecciones tanto de gobernador como de la alcaldía de Guadalajara. Eso dijo Leonel Cota Montaño, quien de pronto se acordó que era el delegado especial de Morena y regresó ayer después de semanas de ausencia.

SE REUNIÓ con quienes ganaron elecciones bajo las siglas de la alianza morenista, empezando con el senador electo Carlos Lomelí; y también estuvieron quienes perdieron en las urnas, como Claudia Delgadillo.

RESULTA difícil de entender que los morenistas sigan hablando de «fraude electoral» cuando su coalición ganó 15 diputaciones federales, 13 curules locales y 44 presidencias municipales. Eso de que las elecciones sólo son válidas cuando ellos ganan, como que no hace mucho sentido.

EN LA REUNIÓN, Cota Montaño se aventó a pedirles a quienes obtuvieron un cargo de elección popular, que se mochen con plazas para «el movimiento». Les pidió incluir en sus equipos, es decir en la nómina, a quienes participaron en la coalición, no sólo de Morena, sino también del PT, el PVEM, Futuro y Hagamos.

AL FIN y al cabo ya se sabe que para trabajar en la 4T se pide 90 por ciento de lealtad, 10 por ciento de capacidad y 10 por ciento de complicidad… aunque las cuentas no cuadren”.

¿Y eso que tiene que ver con el triunfo de Polo Pelayo para presidente municipal de Cihuatlán?

El triunfo electoral de Polo Pelayo es propio, de sus amigos y familiares agrupados en la sociedad. No es el triunfo del partido estatal HAGAMOS, ni del Grupo Universidad, ni “La Manada” de la Escuela Preparatoria Regional de Cihuatlán (EPRC), mucho menos del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).

Así es. Legalmente, de acuerdo a la ley electoral, en el municipio de Cihuatlán, los partidos HAGAMOS y MORENA compitieron por separado. No hubo coalición, ningún acuerdo político.
Irónicamente, de parte de morenistas y su candidato Edgar Zúñiga Marín, salió parte de la guerra sucia y actos intimidatorios en contra de Polo Pelayo, su familia y amigos.

Una prueba de ello, está reflejada en una de las encuestas ganadoras de Zúñiga, en que Pelayo es denostado al fondo electoral.

¿Debe incluir a Lourdes Zavala en el próximo gobierno municipal?

Esa es una decisión que el presidente electo deberá reflexionar y decidir en las próximas semanas.

Conoce perfectamente de la experiencia de la abogada en temas jurídicos y relacionados con la administración pública municipal; sin embargo, La Licenciada nunca se sumó al proyecto de Polo Pelayo, consumando su alianza con el Grupo Zúñiga que la utilizó para reforzar la campaña del menor en MORENA, dándole como premio de consolación un espacio en la planilla de regidores.

Incluso se dice que detrás de la denuncia electoral presentada esta la asesoría de la regidora Zavala Cárdenas, quien evidentemente no quiso o no pudo convencer al fallido candidato de aceptar por las buenas la derrota.

¿Y Roberto Pimienta Woo?

Otro de los morenistas, un gladiador político de la vieja guardia, ex priista, ex perredista, ex fuerza x México y de nueva cuenta cuatroteista, estaría encantando si fuera invitado a formar parte del nuevo gobierno.

Sin embargo, uno de los principales reclamos de la sociedad es que salgan del edificio de Juárez todos aquellos personajes que durante años se han aprovechado del poder y demuestran incapacidad para ser unos verdaderos servidores públicos.

Pimienta Woo es un personaje que representa la vieja clase política y sus traiciones. Es protagónico, mesiánico y en más de una ocasión ha sido señalado por su presunta responsabilidad en hechos vergonzosos.

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¿Puede invitar a colaborar a Feliciano Aguirre?

Polo Pelayo ha sido objeto de severas críticas de parte de “Chano” Aguirre y algunos de sus fanáticos seguidores.

Es público que existe un distanciamiento entre ambos. En más de una ocasión el redentor y ex candidato del pueblo ha “ventaneado” a los de HAGAMOS como quedó evidenciado cuando no obtuvieron regidurías ni direcciones de parte de Polo Pelayo que decidió junto con su grupo no aliarse a Los Chanos.

Al verse fracasados estos últimos, “Chano” Aguirre comenzó ablandarse, a cambiar sus ideales y fallidas estrategias políticas.

Sin embargo, es de esos personajes que tira la piedra y esconde la mano. Es como aquellos que solo cambian para obtener un beneficio.

En la actualidad, es evidente que anda muy desesperado por seguir cobrando en la nómina oficial, al grado que se traicionó solo y ahora hasta reconoce el desempeño del presidente Jorge Salas, que lo ha humillado y menospreciado, políticamente hablando.}

Hay un dicho que advierte de aquellos amigos que se juntan con tus enemigos. La traición es una carta muy usada por Aguirre García.

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