Ayer, en una entrevista “banquetera” en el aeropuerto, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez declaró: “No necesitaba una reflexión porque mi decisión la tomé hace tiempo. Decidí retirarme de la política, mantengo mi decisión…”. Y reiteró: “Hoy la decisión que tomé de retirarme hace casi un año, la mantengo y estoy muy tranquilo con mi decisión…”.
Sin embargo, a lo largo de la breve entrevista con los reporteros, también dijo cosas en contrario como: “No hay nada político en mi futuro… cuando menos próximo”; “planes políticos de corto plazo, cero. Ya veremos más adelante…”; “si en el futuro decido regresar (a la política), también se los comunicaré…”.
Pero al final volvió a dar señales de que su retiro de la política es definitivo cuando advirtió: “La única cosa por la que yo podría regresar a la política es para ser presidente de la República algún día….”. Y lo repitió: “Si algún día decido entrar a la ruta de la política de nuevo, será para buscar ser presidente de México…”.
¿O de veras “algún día” tendrá oportunidad de ser candidato presidencial si decidió perder la oportunidad cuando, aparentemente, tenía todo el escenario y las circunstancias favorables para serlo en este 2024, y que quizás por alguna razón de fuerza mayor claudicó y prefirió no buscar serlo? Por eso creo que definitivamente no regresará a la política si ser candidato presidencial es la condición para hacerlo.
Pero apenas ayer nos preguntábamos en este espacio: “Y luego de 15 días de reflexión… ¿qué?”. Y ayer mismo el gobernador Alfaro nos dio la respuesta: “A lo mejor se entendió mal. Yo fui (no dijo a dónde) a definir y a tomar decisiones sobre lo que va a ser mi ruta en lo académico, quiero estudiar; en qué voy a trabajar, ya definí en qué voy a trabajar; y cómo voy a organizar mi vida, y avancé mucho”. “NO necesitaba una reflexión…”.
Y reiteró lo que ha dicho en otras ocasiones: “Mi apuesta a futuro está puesta en el futbol”.

Creo que se generaron altas expectativas sobre estos 15 días de licencia, porque se creyó que a su regreso nos encontraríamos con alguna novedad que dieran un viraje en estos últimos cuatro meses del sexenio a su estilo de gobernar. Pero no. Nada nuevo. Para Jalisco todo continuará igual, pero el gobernador “avanzó mucho” en su definición y en la toma de decisiones sobre su futuro, que eso ya no es incumbencia de los jaliscienses porque bien lo dijo: “A partir de diciembre mis decisiones caerán en el terreno personal”, como a dónde se irá a vivir después de dejar el gobierno. “Eso es un asunto personal”, le respondió a un par de curiosas reporteras que le cuestionaron al respecto.
Así, pues, la vida en Jalisco sigue igual como desde el primer día del actual gobierno. No esperemos nada nuevo en este agónico sexenio alfarista; al menos no de parte del inquilino de Casa Jalisco, aunque como bien lo dijo el propio gobernador: “la vida te lleva luego por caminos que no te imaginas…”.
Al tiempo… (Marcatextos / Julio Cesar Hernández)
