La política puede definirse que es “el conjunto de decisiones y medidas tomadas por determinados grupos que detentan el poder, en pos de organizar una sociedad o grupo particular”.
En el Cihuatlán del siglo XXI y desde los tiempos del filósofo Aristóteles se ha entendido que “la política surgió como una necesidad de los individuos de organizarse en miras a tomar decisiones, cumplir objetivos, llegar a acuerdos y facilitar la vida en sociedad resolviendo conflictos de manera democrática”.
Desde que se logró la independencia de México y se instauró la República, en la actualidad “en un sistema democrático, los ciudadanos eligen a ciertos individuos para que ocupen los principales cargos políticos y, desde allí, los representen frente a los conflictos o situaciones propias de la vida en comunidad, tanto en el plano interno como externo”.
¿Es pecado o malo que un gobernador y un presidente municipal sostengan una relación institucional? ¿Qué los gobernantes apliquen la política?
No. Entonces debe entenderse que “en un sistema democrático, los políticos son elegidos por los ciudadanos de manera libre y mediante el voto popular.
El poder es entregado por el pueblo a los representantes para que obren en miras al bien común, respetando las funciones asignadas para cada cargo político, abogando por los derechos y libertades de los ciudadanos, y garantizando el cumplimiento de obligaciones”.
El pasado 2 de junio, los ciudadanos del municipio eligieron a un nuevo presidente, a diputados local y federal, el gobernador y senador, además de los ediles que conformaran el próximo ayuntamiento constitucional.
Los nuevos gobernantes en Jalisco y Cihuatlán tienen la obligación de establecer una relación institucional para garantizar la gobernabilidad y que se apliquen las Constituciones de los Estados Unidos Mexicanos y particular de Jalisco, además de las leyes que de ellas emanen, como la del Gobierno y la Administración Pública Municipal.
El Artículo 115 Constitucional federal avala que “sin perjuicio de su competencia constitucional, en el desempeño de las funciones o la prestación de los servicios a su cargo, los municipios observarán lo dispuesto por las leyes federales y estatales.
Los Municipios, previo acuerdo entre sus ayuntamientos, podrán coordinarse y asociarse para la más eficaz prestación de los servicios públicos o el mejor ejercicio de las funciones que les correspondan.
En este caso y tratándose de la asociación de municipios de dos o más Estados, deberán contar con la aprobación de las legislaturas de los Estados respectivas. Así mismo cuando a juicio del ayuntamiento respectivo sea necesario, podrán celebrar convenios con el Estado para que éste, de manera directa o a través del organismo correspondiente, se haga cargo en forma temporal de algunos de ellos, o bien se presten o ejerzan coordinadamente por el Estado y el propio municipio”.
Sean del partido político que sean, al municipio de Cihuatlán y sus habitantes les beneficia que exista una buena relación y coordinación entre autoridades estatales y locales.
El bienestar de los cihuatlenses no es de colores ni filias o fobias partidistas, es de institucionalidad.
¿Y qué es la institucionalidad?
Debe ser entendida como “un atributo básico del imperio o de la República, dentro de un estado de derecho. Por consiguiente, se entiende que, si un Estado en ejercicio de su plena soberanía configura su distribución político-administrativa a la luz de la división de poderes, luego, esa República, se hará de todos los organismos (entendidos estos en abstracto) que dirijan ese imperio y su ejecución al servicio de las personas y en pos del bien común.
Cabe señalar que no existe completo consenso del alcance que se debe otorgar al término, así algunos atribuyen su carácter normativo-administrativo como la particularidad determinante de la institucionalidad y diferenciadora de los demás métodos de ejecución estatal, sin embargo, otros la señalan como el apego de la sociedad contemporánea dentro del desenvolvimiento de las atribuciones gubernamentales, administrativas, constituyentes, legislativas y judiciales.
En líneas generales del tiempo intuitivas, debe entenderse que una sociedad o un Estado tienen su institucionalidad más avanzada y fuerte, cuanto más eficientes sean las normativas y leyes que se aplican y cuanto menos distorsiones se verifiquen en las regulaciones y resoluciones”.
“Dialogamos sobre turismo, y acordamos que habrá mayor infraestructura para impulsar las bellezas de este municipio de la Costa Sur” manifestó el gobernador electo tras reunirse con el presidente municipal.
¿Dónde esta el daño para los cihuatlenses? Así es la política y democracia. No sean ojetes.


