2014 es año político. En los próximos meses se definirán las posibilidades de quienes aspiran a gobernar el municipio de Cihuatlán. Los cihuatlenses, la gente común y corriente, todos veremos como la historia se repite entre los partidos políticos y la sociedad.

Actualmente el gobierno municipal está encabezado por el panista Jesús Huerta Aguilar, quien tiene un partido político dividido, desarticulado, arruinado por la debacle nacional que heredó el calderonismo y el sexenio estatal de Emilio González Márquez, quien prefirió vanagloriarse con los Juegos Panamericanos en vez de estar junto a los damnificados del huracán Jova.

Acción Nacional no tiene un militante que les garantice la continuidad en el poder municipal. En estos tiempos, los ex presidentes Martin Ortiz Quintero y Roberto Gallardo Ruiz, ya no son factor de unidad partidista y en la sociedad sobresalen serias críticas sobre su forma errática de gobernar, como puede comprobarse en el caso de los despidos injustificados del Sistema DIF Municipal y otros laudos laborales, que han costado millones de pesos al erario público; sin olvidar, error de “La Presa” y los apoyos pendientes a damnificados.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la conformación del nuevo comité directivo municipal que encabezará el ex dirigente estudiantil Salvador Santana Gutiérrez marcará la acción política del partido en busca de recuperar la presidencia municipal.

El divisionismo que alimentan los grupos políticos estatales y las aspiraciones obsesivas de cihuatlenses y “paracaidistas” pueden contribuir a un cisma político como el protagonizado a principios de la década de los años 1990’s cuando se lanzó la candidatura del profesor Arturo Salas Hernández.

No está por demás decirlo: Los priistas bien saben que cuando se unen pueden ganar la elección, pero cuando se dividen, corren el riesgo y pierden.

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) sigue secuestrado por el grupo de la Escuela Preparatoria Regional de Cihuatlán que obedece incondicionalmente a los intereses del ex rector universitario Raúl Padilla López.

El trivial desempeño del regidor perredista José Armando Estrada Ayala en el Ayuntamiento contribuye a la mala imagen del nuevo perredismo, al igual que la opaca actuación del ex regidor perredista Carlos Montes Estrella como tesorero del patronato de la plaza de toros, quien es el principal responsable del retraso en la rendición de cuentas de la feria 2013.

El Partido Nueva Alianza (Panal), el de los maestros liderados por Guadalupe Madera, una vez más ha demostrado que es un partido electorero, desorganizado. Algunos de sus miembros demuestran abiertamente la deslealtad, el interés propio en conservar su empleo o aumentar sus beneficios en el magisterio.

En lo que concierne a Movimiento Ciudadano, con la llegada del joven dirigente Fernando Martínez Guerrero se ha inaugurado una nueva etapa de reposicionamiento social.

Sin duda alguna, hoy más que nunca tienen la oportunidad de ganar la presidencia municipal, sobre todo, si de facto se confirma una alianza con la gente de Acción Nacional y algunos ex priistas.

La injerencia del regidor Ismael González Piña, sin duda, marcara los movimientos ciudadanos, para bien o mal.

Es evidente que todos los partidos políticos buscaran posicionarse entre los ciudadanos. Para lograrlo tendrán que hacer política en los barrios y colonias, echar mano de las redes sociales y medios de comunicación.

Es inevitable que todos los aspirantes intenten posicionarse entre los ciudadanos. Para lograrlo tendrán que hacer circo, maroma y teatro.

• Publicado el 3 de enero del 2014 en la columna Visión Pública.