Hace 162 años se hundió barco Puerta de Oro en Peña Blanca

«El 27 de julio de 1862, (hoy hace 162 años), el Golden Gate -Puerta de Oro-, lujoso barco de vapor de la línea de navegación Pacific Mail Steampship Company, procedente de San Francisco, California, con destino a Panamá, sufrió durante la madrugada un incendio en el área de popa, averiándose severamente y hundiéndose frente a la costa poniente de Manzanillo, a unos metros de la Peña Blanca, a espaldas del Cerro de la Vaca -hoy ranchería de La Central-«.

El prestigiado historiador y periodista Horacio Archundia relata:

«El siniestro fue terrible: Murieron 183 de los 338 pasajeros. Algunos víctimas del incendio, otros golpeados y muchos ahogados.

La tragedia fue considerada, (guardadas las proporciones) durante la época, similar a la que sufrió años más tarde, el célebre Titánic, hundido en abril de 1912 tras colisionar con un íceberg.

El Golden Gate reposa, de acuerdo a numerosas expediciones de exploradores e investigadores, en las profundas aguas entre la Peña Blanca y el Aeropuerto Internacional de Manzanillo.

Ha habido varios intentos por rescatar los más de 1 millón 400 mil dólares, las joyas, loza y enseres que conducía, como que llevaba abordo a poderosos empresarios y adinerados ciudadanos de diversos puntos del Continente.

Muchas historias se han tejido en torno al barco. El Club de Hombres Rana de México, en 1956, hizo la primera intentona de rescate, patrocinada por Don Pablo Bush, mecenas de la agrupación (léase el interesante reportaje publicado en la revista «Jueves de Excélsior»); también empresarios norteamericanos e incluso la Secretaría de Marina, emprendieron a mediados de los años ochenta del siglo pasado, el rescate, sin obtener resultados positivos.

Un exitoso constructor porteño, incluso, fue contratado para dragar y colocar bombas de vacío con la intención de echar a flote el buque, sin conseguirse el objetivo por diversos extraños fenómenos que impidieron las maniobras.

La tradición oral del viejo Manzanillo asienta que un terrateniente y ganadero poblano radicado por décadas aquí y que tenía muchas propiedades entre nuestro puerto y en Cihuatlán, Jalisco, -Don Heliodoro Trujillo-, se enriqueció tras haber descubierto miles de monedas de oro que las olas arrojaban en la playa. A él se atribuye que la misma se llame Playa de Oro.

Los fallidos intentos del rescate del Golden Gate han costado vidas, y eso está documentado.

A mí, francamente, no me interesa el tesoro, sino la apasionante historia de los fracasos por hallar el pecio anhelado.

Por eso, cada que puedo recorro el anfractuoso camino que lleva de la carretera a Cihuatlán a la Playa de Oro, para solazarme un rato en la hermosísima arena y entrar a la Cueva de la Muercielaguera, con el riesgo de que los inofensivos cuanto útiles alados me tumben los lentes asustados con mi inoportuno acceso a su santuario.

Esto también es turismo…y lo más interesante: Es Historia».

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