
Ni la Chimoltrufia, Cantinflas o Ambrosio y su carabina hacían y decían una y otra cosa, pero el regidor Feliciano Aguirre García ya reconoció que hay una tregua política, razón por la cual se ha convertido en otro de los cómplices del presidente Jorge Salas Chávez.
Luego de asistir al tercer informe de gobierno, culpar al ex presidente Fernando Martínez de calles inundadas y desvio de $200 millones de pesos, este regidor de la oposición partidista sigue reconociendo las últimas acciones del gobierno de Movimiento Ciudadano, partido en el que participó activamente y salió de forma polémica, criticando y renegando, antes de refugiarse en otros partidos como MORENA y Fuerza x México.
Así como un día escribe una cosa y luego hace otra, fiel a sus ideales, ya medio raros y contradictorios, «Chanoroña» como es conocido en los corrillos politicos cihuatlenses, reveló hoy, textualmente:
«Aún a pesar de tener muchas calles con arena, debido al problema de la erosión de suelos, alcantarillas azolvadas, calles aún inaccesibles, se continúa trabajando en todos los frentes con los temas pendientes que teníamos.
Se está reparando el semáforo que tanto falta le hacía en la Aquiles Serdán y la Ocampo.
Acordamos con los regidores una tregua dejando las diferencias políticas y dejar un mejor Cihuatlàn esperando que las próximas administraciones realicen un trabajo de rendición de cuentas mejor, de debate abiertos al públicos, de temas donde involucren a la sociedad en la Roma desiciones y nosostros los de oposición vemos muy bien que la gente exija rendicion de cuentas a nosotros los que estamos en la toma desiciones como administrativos».
Al regidor Aguirre García se le olvidó que los cuatroteistas no deben traicionar ni mentir.
Resulta cuestionable que auto considerándose un experto en política, como regidor no tenga bien entendido cuales son sus atribuciones como integrante del Ayuntamiento.
La Ley del Gobierno y Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco no avala que los regidores tomen decisiones como «administrativos» porque no son entes ejecutivos y su desempeño se limita al pleno en sesiones de cabildo y comisiones edilicias.
Conocida su obsesión política, el regidor Aguirre García ya no puede ni ocultar que se siente un «presidentito», a pesar de sus repetidas derrotas.

