El expresidente municipal Jorge Salas Chávez hasta el último día de su trienio se encargó de cavar la tumba política de Movimiento Ciudadano, como lo anticipamos.
Con la derrota de Salas Chávez, una de las peores en la historia cihualteca, los emecistas tuvieron que dejar el poder y salir del gobierno municipal, un año antes de completar una década.
El futuro político para Jorge Salas y sus cómplices es incierto y complicado. Los verdaderos ciudadanos, los malos como el «Team Salas» los señalaba, no olvidan los abusos de poder y corrupción política que marcaron al último Gobierno Ciudadano, el de los buenos.
Tras la humillante derrota del 2de Junio, por disposición legal relacionada con la paridad de género, Jorge Salas Chávez tuvo que ceder la regiduría a una de sus cómplices y ex aliada de Fernando Martínez Guerrero, que la mantuvo en el Sistema DIF Municipal para luego brincarle a cobrar en dos direcciones del Gobierno de Cihuatlán, ocupando también la dirigencia local de Movimiento Ciudadano. Se trata de la gesticulosa regidora Blanca García, que ya los traicionó, para asegurarse otros tres años en la nómina.
La ex priista ya hizo «clip» con Hagamos y Polo Pelayo, como la otra traidora y chapulinesca ex regidora del PAN, Shindy Arias, que antes de tomar protesta ya había negociado y hecho «clip» con Salas Chávez.
Entre los pocos sobrevivientes, quien tiene y lucha por el sueño de ser candidato de MC a la presidencia municipal en 2027,esta el joven Juan Diego Beltrán, que desde el año pasado reveló sus intenciones y con el apoyo del diputado local Fernando Martínez Guerrero, se ha proyectado.
En política, un aspirante a presidente, debe tener bien claro que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Las aspiraciones son legítimas. Las posibilidades son otra cosa.
Hoy por hoy, el ex presidente y diputado local, a quien le quedan pocas semanas en el Poder Legislativo de Jalisco, sigue figurando como el político cihuatlense más importante, para coraje y escarnio de sus detractores y haters.
Fernando Martínez Guerrero tiene el futuro político asegurado.
Si no se repiten las elecciones en Jalisco, podría ser considerado en una buena posición del Gobierno de Jalisco, con Pablo Lemus.
En el caso de repetirse la elección, en el peor escenario, con MORENA gobernando Jalisco, podría ser arropado en el Gobierno de Guadalajara o Tlajomulco, en algún otro municipio emecista de la provincia jalisciense.
En casi diez años, Fernando Martínez Guerrero ha creado un legado, con el que puede vivir cómodamente durante años, a diferencia de otros mesiánicos y radicales personajes derrotados políticamente.
Se imaginan si fuera cierto el robo anual de $40 millones que acusa el hoy desempleado líder del grupúsculo de Los Chanos.
¡Que chingados anda haciendo Fernando! Si ya trae el futuro asegurado…

